“La pesadilla de Darwin”

"La evolución de las especies depende de la escasez de comida. Por esta razón, las crías de cualquier especie lucharán entre ellas por la supervivencia".
Considerado como el mejor documental europeo del 2004, “La pesadilla de Darwin”, de Hubert Sauper, muestra la cruda realidad en África, específicamente en Tanzania. Luego de la introducción en el Lago Victoria, el lago tropical más grande del mundo, de un pez llamado La Perca del Nilo, la población quedó sumida en la miseria.

El pez de especie depredadora arrasó con todo el resto de especies en el lago, desde entonces la economía depende únicamente de la exportación de este animal.
“Con frecuencia, en los países enriquecidos, se vende y consume lo que podríamos llamar "productos del imperio". El etiquetado no menciona las condiciones en las que se ha elaborado, ni las violencias que han generado, tanto en los seres humanos como en la naturaleza. Quien ha visto este documental no podrá comer ya perca sin sentir una "espina" clavada en la garganta....”

Mientras las empresas europeas se enriquecen con un negocio multimillonario que crece diariamente, los africanos mueren de hambre, viven en condiciones de miseria, en un mundo deshumanizado, donde la mayoría de población tiene sida, donde la comunidad local no puede ni siquiera comprar el pescado que ellos mismo han pescado o que han ayudado a procesar.

Se limitan a consumir los desperdicios de la industria procesadora y las espinas, pelean por un puñado de arroz ó un sorbo de cola, los niños no tienen hogares y se drogan con cemento de contacto para calmar el ansia del hambre y no sentir los abusos, pero sobretodo olvidarse por un momento de la cruda realidad que les rodea. Donde las mujeres se vuelven prostitutas por un sueldo y los hombres se desesperan ante la falta de dinero y trabajo viendo a la guerra como una salvación.

Viven en un mundo tan despiadado que los sueños no sólo se vuelven inalcanzables, sino que no tienen ni posibilidad de soñar.
El documental enseña dos realidades: por un lado cómo la producción y exportación de este pez ha causado tanta pobreza y dependencia de un negocio lucrativo, y a la vez cómo los aviones europeos que supuestamente transportan pescado en realidad llevan armas ilegalmente.

Vivimos en un mundo donde el egoísmo impera y cada uno vela por sus intereses, donde el sistema consumista y globalizado lo arrasa todo sin mirar las consecuencias. Y a pesar de que muchos tenemos más de lo necesario, es increíble como nos quejamos por todo.

Mientras nosotros nos amargamos por cosas ínfimas, la gente en el África a pesar de vivir de la manera más deplorable siempre muestra una sonrisa, ve la vida con resignación, no se complica por nada. Mientras nos quejamos por una comida que no nos gusta, en el África luchan por comer por lo menos una comida diaria.

Es inaudito que en los países enriquecidos se vende y consume productos finos, de marca; cuando en realidad casi nunca sabemos como han sido elaborados, ni las violencias que han generado, no sabemos cuantos seres humanos se ven afectados o como la naturaleza es destruida únicamente para saciar nuestros deseos.

Para el mundo África es un continente que no cuenta, lo hacen de menos. No nos ponemos a pensar que a los africanos no sólo les han quitado sus recursos sino que además y les han impedido vivir de lo que producen. Son personas tratadas como esclavos en su propio territorio, son explotados de tal manera que ya no tienen vida, viven por vivir.

Estamos rodeados de un sistema terrorista que se mantiene porque tiene millones de cómplices que vivimos en él y de él. Nadie hace nada, y quienes intentar aportar con un grano de arena no logran cambiar las cosas.
Así como la Perca del Nilo se comió a los más débiles, los países “Desarrollados” se comen a los tercermundistas.

Es visible que los países desarrollados impulsan a la guerra dentro de África. Toman como excusa transportar pescado para llevar armas y abastecer a los países africanos en la guerra porque les es conveniente mantenerlos en conflicto, en hambruna para someterlos a su régimen, manipularlos a su conveniencia, ayudarles cuando les conviene para después cobrarles con favores.

La economía neoliberal que ahora domina en el mundo, depende totalmente de los países tercermundistas a quienes compran la materia prima a precios bajos para luego vender sus productos a precios altos llevándose grandes ganancias.

El director argumenta que “es increíble que allí donde un materia prima es descubierta, los habitantes de las comunidades locales mueren en la miseria, sus hijos se convierten en soldados y sus hijas en sirvientas o prostitutas. Escuchar y ver una y otra vez las mismas historias me pone enfermo. Después de centenares de años de esclavitud y colonialismo en África, la globalización de los mercados africanos es la tercera y más aniquiladora forma de humillación para la gente de este continente. La arrogancia de los países ricos hacia el Tercer mundo (que representan 3/4 partes de la humanidad) está creando inconmensurables peligros futuros para todos”.

La gente se ha vuelto individualista, no valora la materia propia de su país, busca participar y ser como otras culturas, sin embargo el buscar enriquecerse económicamente los lleva a ser pobres como personas, a perder su identidad cultural, a olvidar sus, de donde vienen y a donde van.

Están cegados en un mundo imaginario que impide ver lo que han logrado por la ambición, como han destruido su planeta, imposibilita que se den cuenta en lo que se están convirtiendo.
Hubert Sauper propone un documental sobre las miserias de la globalización. Sin embargo, reconoce que “La pesadilla de Darwin” podría haberse realizado en Sierra Leona sustituyendo los peces por diamantes, en Honduras con las bananas, o en Libia, Nigeria o Angola con el petróleo.

Fotos obtenidas de:
http://www.falces.net/public/images_upload/LaPesadillaDarwin.jpg
http://lh6.ggpht.com/secuece/SNbO0DU7W0I/AAAAAAAAFN4/2CZ9puPaPFQ/s400/la-pesadilla-de-darwing-02.jpg
http://www.estelnegre.org/fotos/lapesadilladedarwin.jpg
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