martes, 23 de junio de 2009

Los bosques tropicales, un tesoro que se está perdiendo

Alrededor de 1000 millones de hectáreas de la Tierra están cubiertas por bosques tropicales, aproximadamente la mitad de esta superficie son selvas húmedas concentradas en Latinoamérica, África y el Sudeste asiático.

Gracias a la exploración del bosque tropical, se conoce que existen muchas más especies vegetales de las que habían estimado los científicos. Cada año se estudian decenas de plantas desconocidas que permiten descubrir nuevos patrimonios genéticos y moléculas de uso farmacéutico o industrial.

Lamentablemente la deforestación, la contaminación y la erosión de los suelos constituyen las agresiones que reducen sus capacidades de adaptación. Hasta mediados del siglo XX la destrucción de bosques en el planeta era sólo en las zonas templadas, actualmente han sufrido una tala masiva y una fuerte degradación. El empobrecimiento de la biodiversidad y la desaparición de una sola especie puede llevar a la ruina de todo un medio.

Por otro lado la destrucción de los bosques expulsa a la atmósfera toneladas de CO2 que contribuyen al efecto invernadero. Hay que tomar en cuenta que en los bosques tropicales habitan etnias forestales, animales y plantas cuya supervivencia depende en gran manera de su entorno. Cada año se talan o dañan alrededor de 20 millones de hectáreas. Si esto continúa se prevé que en 40 años desaparecerían todos los bosques tropicales.


Hace algunas décadas se ha empezado ha hacer campañas de política forestal de uso y aprovechamiento de estos bosques. A pesar de todos los proyectos en marcha todavía queda mucho camino por recorrer hasta detener su destrucción.




Fotos obtenidas de:
http://weblogs.madrimasd.org/images/weblogs_madrimasd_org/universo/1079/o_Bosque%20tropical%20Wikimedia.jpg
http://uy.kalipedia.com/kalipediamedia/cienciasnaturales/media/200704/18/ecologia/20070418klpcnaecl_273_Ies_SCO.jpg

domingo, 21 de junio de 2009

Una noche de superviviencia

La última noche en la Escuela de ‘WIAS, los estudiantes de la Universidad de las Américas hicieron una práctica de supervivencia en la selva. Equipados con botas de caucho, impermeables y una maleta con todos los implementos necesarios salieron a las 6 de la mañana.
Luego de caminar todo el día por terrenos pantanosos llegaron a un área escogida por los militares que los acompañaban para acampar por la noche. Cada estudiante tenía que armar su hamaca-toldo amarrándolo a dos árboles para pasar la noche.

Así mismo les entregaron una lata de atún y arroz crudo para que cocinen y hagan fuego gracias a lo que los soldados les enseñaron por la mañana.
A medida que oscurecía se oía los gritos de estudiantes que querían irse y acampar en un lugar seguro, ya que la lluvia que había empezado era tan fuerte que no se escuchaba nada más que el sonido del agua cayendo. De las 72 personas que empezaron, terminaron solo 10 durmiendo en la hamaca-toldo en medio de una torrencial tempestad.

A la mañana siguiente se sentía el ambiente de descontento de los estudiantes, quienes se dieron cuenta de que la vida de los soldados es más dura de lo que uno piensa y que se necesita de mucha fuerza de voluntad y pasión para poder hacer lo que ellos hacen todos los días.
Fotos tomadas por Belinda Terneus

La Universidad de las Américas asistió a la Shell

Dentro de la Escuela de ‘IWIAS’, 70 estudiantes de la Universidad de las Américas de las carreras de Periodismo y Multimedia compartieron con el ejército durante 3 días, desde el miércoles 17 de junio al viernes 19 de junio.

Durante su estadía realizaron varias actividades como prácticas de salto, supervivencia en la selva y caminatas por pantanos, además de aprender de un shamán y de los nativos Iwias.

En los saltos, algunos de ellos quisieron participar lanzándose a 30 metros de altura desde una plataforma suspendida en el aire y en la supervivencia en la selva, durmieron en hamaca-toldos y usaron las técnicas aprendidas para hacer fuego y poder cocinar por la noche.

Gracias a ésta experiencia sintieron algo de lo que implica ser soldado y lo duras que pueden llegar a ser las tareas que realizan cada día estos héroes de la patria.





Fotos tomadas por Belinda Terneus

Iwias, los "demonios de la selva"


En la Brigada de Selva Nº 17 Pastaza, en la parroquia Shell-Pastaza, funciona la Escuela de ‘IWIAS’, que tiene como misión principal formar, perfeccionar y especializar al soldado nativo de la Región Amazónica en los aspectos tácticos militares, técnico pedagógico y cultural, aprovechando sus propias capacidades y habilidades étnicas, para formar a un combatiente capaz de cumplir operaciones especiales en selva.

Luego del conflicto del Cenepa, mediante orden ministerial del 10 de agosto de 1995 se creó el BEOES-23, Batallón Escuela de Operaciones Especiales "Iwias", que en el idioma shuar significa "demonios de la selva". Ellos desempeñaron un rol protagónico en el conflicto del Alto Cenepa en 1995, en la defensa de la soberanía del territorio ecuatoriano.

En varias oportunidades demostraron sus magníficas cualidades guerreras, en el sector de la “Y”, en la cueva de los Tayos, Base Sur, Coangos y junto a las riberas del Cenepa. Allí dejaron soldados peruanos muertos y desaparecidos, entre los que se cuentan más de 1.000 bajas de las tropas sureñas.

Fotos tomadas por Belinda Terneus